ESTRATEGIAS
Y TÉRMINOS EN
NEGOCIACIÓN INTERNACIONAL
UNIDAD
TRES
MODELOS
Y TERMINOS DE NEGOCIACION INTERNACIONAL
ACTIVIDAD
DOS
DIVERSIDAD
CULTURAL Y PROTOCOLARIA EN
LAS NEGOCIACIONES DE LOS PAÍSES DE LA
UNIÓN EUROPEA
¿Cuál
es la cultura de negocios de la UE?
R: Todas
las culturas tienen sus propias variaciones, quizá sería razonable generalizar
que la mayoría de las culturas europeas enfocan la negociación de la misma
manera que la cultura norteamericana. Ellos prefieren tener a preferir una
interacción directa e informal,
La mayoría de las veces los europeos tienden a bajarse del
avión y analizar de inmediato el tema, incluso a veces pueden programar su
visita o encuentro de forma de poder regresar si es posible a su lugar de
origen ese mismo día, ellos en la media de las veces no conciben los encuentros
sociales como parte del proceso de negociación, será por eso que estas culturas
sajonas fueron los creadores del fast-food pues toman a la alimentación como
necesidad fisiológica del cuerpo humano pero no consideran que un buen almuerzo
es parte del proceso de interacción con otras personas. Este enfoque puede
resultar algo agresivo e impersonal para la gente de las culturas latinas.
Las relaciones comerciales que se establecen diariamente
las personas de los distintos países están influenciadas por sus raíces
culturales, pero también por sus usos y costumbres.
Esta sensibilidad hacia el contexto que nos rodea, hacia
los factores de relación y los factores de empatía comprendidos en la
interacción humana hacen que gente de diferentes países y distintos
antecedentes culturales negocien en la forma que los hacen sentir más cómodos.
¿Qué
aspectos del protocolo se deben tomar en cuenta a la hora de negociar con
empresario de la UE?
R: En
el campo de las negociaciones comerciales internacionales, los europeos
detentan una amplia experiencia que los coloca entre los más preparados y con
más recursos del planeta. A diferencia de otras culturas de negociación, los
europeos tienden a ser autónomos en sus procesos de negociación, que en el caso
comercial se acentúa aún más por los poderes conferidos por los Estados
Miembros a la Comisión Europea, que actúa como único vocero. Los europeos se
mueven en las negociaciones de manera estratégica, militar si se quiere, con gran respeto por las jerarquías y el protocolo de negociación, con negociadores debidamente empoderados para negociar, proceso en el que se respeta la calidad y los galones de los negociadores de la contraparte, que identifican desde el inicio para saber con quién negocian y por qué.
mueven en las negociaciones de manera estratégica, militar si se quiere, con gran respeto por las jerarquías y el protocolo de negociación, con negociadores debidamente empoderados para negociar, proceso en el que se respeta la calidad y los galones de los negociadores de la contraparte, que identifican desde el inicio para saber con quién negocian y por qué.
Basados en su amplia experiencia, los europeos pretenden
rayar la cancha de negociación, a menudo antes de iniciar el proceso de
negociación, lo cual adelantan de manera admirable por medio de las sacrosantas
directivas de negociación de la Comisión Europea, que en la práctica
flexibilizan por estrategia o por presión de la contraparte.
Los negociadores europeos son maestros en el manejo del
tiempo y los espacios de negociación, que siempre escogen cuidadosamente,
aunque parezca como resultado del azar, que para ellos simplemente no existe en
las negociaciones comerciales. El tiempo es un concepto totalmente relativo. El
afán y la prisa, conceptos muy latinos, muy nuestros, no existen en el léxico
de los negociadores europeos, pues para ellos las negociaciones, como el buen
vino, necesitan su tiempo. Nunca, pero nunca sacrifican contenido por tiempo.
El primero va primero; lo demás, después.
El conocido juego del 'bueno y el malo' es usado con
frecuencia por los negociadores europeos, que quitan e igual dan, y que al
final les permite sacar provecho de su descomunal tamaño y de su experiencia
negociadora, que es amplia y profunda como ninguna. En lo personal, son
encantadores fuera de la mesa, y prefieren no hacer contactos al margen de
ella. En la mesa, son implacables como buenos negociadores que son, bailan al
son de sus objetivos, y conocen la minucia de la negociación, fruto de la
preparación y de los libretos preestablecidos que siguen a la letra.
Como experimentados negociadores, los europeos prefieren
hacer sus aperturas, es decir, poner las cartas sobre la mesa en grupos
pequeños, que puedan, de ser posible, controlar. Al final del día, los
resultados de negociación dependerán de la adecuada preparación previa y la
experiencia de la contraparte.
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